CEMENTERIO DE LA PURISIMA CONCEPCION DE MELILLA

01.11.2022 09:08
 

El conjunto de panteones, sepulturas y parcelas militares del Cementerio de la Purísima Concepción de Melilla, es uno de los patrimonios materiales más importantes del Ejército de Tierra. Más de 12.000 soldados, de ellos 39 Caballeros Laureados de San Fernando, reposan en ellos.

Estos soldados, fallecieron mayoritariamente, durante las campañas militares en el Protectorado Español del Norte de África, y hasta la apertura del cementerio de Melilla, se encontraban enterrados en hasta 58 cementerios repartidos por todo el Protectorado. 

Entre esas víctimas hay más de una treintena de laureados de San Fernando, la máxima distinción del Ejército, que se concede por acciones heroicas.

Seis de esos laureados se encuentran en el Panteón de Margallo, nombre que recibe de Juan García Margallo, gobernador de Melilla en 1893, año en el que se inicia la primera campaña militar en la zona del Rif. Posteriormente se enterraron en él, los caídos en los combates de Ait Aisa, Sidi Musa, Sidi Hamed el Hach, Barranco del Lobo, etc., durante la Campaña de 1909. El número total de enterrados es de sesenta y cinco de las campañas de 1893 y 1909.

Merece especial atención el Panteón de Héroes, el más importante de los mausoleos del cementerio melillense que surgió como respuesta a la sensibilidad despertada en España a raíz de los acontecimientos del Barranco del Lobo en la campaña de 1909. Precisamente, el sobrante de las cantidades recaudadas para sus heridos y fallecidos, alrededor de 80.000 pesetas, se entregaron a la Comandancia General de Melilla con el fin de levantar un mausoleo donde descansaran los restos de los fallecidos en esta guerra. El proyecto iniciado en 1910 corrió a cargo del capitán de Ingenieros José de la Gándara Cividanes

El Rey Alfonso XIII fue el encargado de poner la primera piedra el 7 de enero de 1911 durante su segunda visita a Melilla, y hoy día constituye uno de los espacios arquitectónicos más importantes del camposanto.

Elaborado en piedra y mármol, entre sus paredes hay enterrados otros 22 laureados. La cripta del panteón es extremadamente sobria. De planta circular cubierta por una bóveda, está realizada con una piedra veteada en tonos rojizosque dan a la estancia, iluminada por cuatro grandes claraboyas, una claridad singular. Presidiendo la estancia se levanta un altar, desde donde a derecha e izquierda se alinean en vertical dieciséis hileras de nichos cuyas lápidas recogen nombres que evocan herísmo, entrega y patriotismo. Sirva de ejemplo la primera lápida a la izquierda que reza ;" Restos mortales de los heroicos defensores de la posición de Igueriben, que al mando del comandante de Infantería D. Julio Benítes Benítez prefirieron morir a rendirse el 21 de julio de 1921", y junto a esta lápida la de los otros 22 laureados.   

Desde su bendición en junio de 1915, fueron trasladándose restos mortales al interior de la cripta, entre ellos algunos de los laureados de la campaña de 1909, pero no fue hasta 1929 cuando fueron trasladados los restos que había en cementerios provisionales del Protectorado.

Pero sin duda el hecho que da a este panteón un significado singular es el de recoger los restos mortales de la fosa en forma de cruz que se habilitó en Monte Arruit para dar sepultura a las miles de víctimas del Desastre de Annual.

En aquella fosa se recogieron los cuerpos de 3000 soldados españoles masacrados cuando se rendían después de un durísimo asedio, y en años posteriores los restos sepultados en otras posiciones. Pero fue en 1949 cuando se procedió al levantamiento del Cementerio de Monte Arruit, concretamente el 22 de agosto de ese año, 28 años después del desastre, Melilla acogía los restos de quiénes la defendieron.  

Regulares, legionarios, soldados de Caballería, Aviación y la Compañía de Mar también cuentan con sus espacio y panteones propios, mientras muchas víctimas que perecieron en 1921, en el Desastre de Annual, entre ellas algunos musulmanes, se hallan enterrados en el "Patio de las Ánimas".

Los Regulares tienen dos panteones. En el Panteón del Grupo de Regulares de Melilla nº 2 están depositados los soldados pertenecientes al Grupo de Fuerzas Indígenas de Melilla número 2, organizado a partir del personal del Tábor de Policía Indígena de Alhucemas y después con el III Tábor de Regulares de Tetuán número 1. El 10 de agosto de 1924 se autorizaba el traslado de los restos de los difuntos de este Grupo así como de los Oficiales de Caballería que en un principio pertenecían a esta unidad.

El Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Alhucemas número 5 fue creado 1922, como consecuencia del Desastre de Annual, ya que se necesitaba aumentar el número de combatientes indígenas favorables a España. Estuvo organizado en base a 3 Tábores de Infantería y 1 Tábor de Caballería, siendo su primer Acuartelamiento en Segangán.
Actuaron en numerosas acciones de guerra en la Campaña de Marruecos y después en la Guerra Civil Española, siendo el grupo más condecorado de todos los de Regulares.
En 1926 autorizaba la construcción del Panteón del Grupo de Regulares de Melilla nº5 donde reposarían los restos del personal de este Grupo.

En el Panteón de Aviación están colocados los nichos con las lápidas en mármol de los 67 aviadores fallecidos.

En el siguiente enlace se puede acceder al plano-guía de este Cementerio declarado Bien de Interés Cultural

www.melilla.es/melillaportal/RecursosWeb/DOCUMENTOS/1/1_20933_1.pdf

Gracias a Antonio Navarro Menchón por su magnífica representación del Panteón de los Héroes y que sirve de epílogo a este texto hecho como homenaje mirieron sirviendo a España, en una historia cuyos ecos todavía llegan a nuestras propias historias familiares.

 

 

 

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